
Una mujer dedicada, madre de tres hijos y apasionada por el café. A sus 57 años, lleva dos décadas vinculada al trabajo con este cultivo, y desde hace cinco años decidió apostarle a la mejora de la calidad de su producto para acceder a nuevos y mejores mercados.
Junto a su esposo y su hijo, es cofundadora de un proyecto cafetero que nace del arraigo a la tierra y del conocimiento transmitido por generaciones. Su emprendimiento se desarrolla en la finca Las Gardenes, ubicada en la vereda San José del municipio de San Antonio. Allí, Flor lidera un proceso tradicional de producción que incluye recolección manual, despulpado, fermentación, secado y entrega del grano como café pergamino seco.
Actualmente, su café se comercializa en los mercados locales del municipio, pero su visión va mucho más allá: Flor sueña con posicionar su producto en los mejores mercados nacionales e internacionales, y con consolidar una marca propia de café tostado que represente la esencia de su territorio.
Para lograrlo, reconoce la necesidad de adquirir maquinaria y equipos que le permitan transformar su producto, mejorar la calidad de los procesos y aumentar el valor agregado de su café. Su historia es testimonio de constancia, visión y del rol fundamental que cumplen las mujeres en el desarrollo del campo colombiano.