
Jessica Alexandra Conde Pérez es una joven emprendedora de 23 años, originaria de Dolores, Tolima. Madre y trabajadora de un supermercado, ha encontrado en el cacao una oportunidad para crear su propio negocio y aportar al desarrollo económico de su comunidad. Su emprendimiento, Madre Cacao, nació hace aproximadamente un año con la intención de aprovechar un cultivo poco explotado en su municipio y darle un valor agregado a través de la transformación artesanal del cacao.
Inspirada por su familia y jefes, quienes apoyan a pequeños agricultores adquiriendo sus productos, Jessica vio en el cacao una oportunidad para innovar y diferenciarse. Su visión es consolidar su negocio como un referente en el sector, ofreciendo un producto natural y de alta calidad.
Madre Cacao: Del cultivo a la transformación artesanal
A diferencia de otros cultivos más tradicionales en la región, el cacao aún no cuenta con muchos productores ni transformadores en Dolores, lo que motivó a Jessica a adentrarse en este sector. Desde su finca y su hogar, lleva a cabo todo el proceso productivo:
- Cultivo y manejo orgánico: Aplica abonos naturales elaborados por ella misma con residuos orgánicos de la finca, garantizando un proceso sostenible.
- Fermentación y secado: Una vez cosechado, el cacao pasa por un proceso de fermentación y secado que permite desarrollar sus sabores y aromas.
- Tostado y pelado manual: Con esfuerzo y dedicación, Jessica realiza el tostado y pelado de las semillas de manera artesanal, un proceso que requiere paciencia y destreza.
- Molienda y formación: Posteriormente, muele el cacao y lo transforma en bolitas, tarea en la que su madre la ayuda, moldeando cada pieza manualmente.
- Empaque y comercialización: El producto final se presenta en bolsas plásticas y tarros de diferentes tamaños, adaptándose a las necesidades del cliente. Sus ventas se realizan puerta a puerta y en el supermercado donde trabaja.
El emprendimiento de Jessica ha logrado posicionarse poco a poco en la comunidad, pero aún enfrenta desafíos importantes. La falta de maquinaria hace que el proceso sea arduo y demande mucho tiempo y esfuerzo físico. Adquirir una tostadora le permitiría evitar afectaciones a su salud, mientras que un molino eléctrico agilizaría la molienda y moldes específicos facilitarían la producción de bolitas de cacao con mayor eficiencia.
A futuro, Jessica se proyecta con instalaciones propias, cumpliendo con las normativas sanitarias necesarias para obtener el registro sanitario y expandir su negocio. Su sueño es que Madre Cacao sea reconocido no solo en su municipio, sino también a nivel departamental y nacional, generando empleo y fortaleciendo la economía local. Más que un negocio, Madre Cacao es el reflejo de la pasión, el esfuerzo y la visión de Jessica Alexandra Conde Pérez. Su compromiso con la calidad y el respeto por los procesos naturales hacen de su emprendimiento un ejemplo de innovación en un sector poco explotado en su región. Con determinación y trabajo constante, Jessica está construyendo un futuro donde el cacao de Dolores sea apreciado y valorado en nuevos mercados, llevando consigo la esencia del trabajo artesanal y la dedicación de una emprendedora con grandes aspiraciones.